Pepinos encurtidos agridulces

Un encurtido no es otra cosa que mantener sumergido un alimento en un medio ácido que no permite que se desarrollen organismos que puedan envejecer o dañar el alimento, al mismo tiempo que lo priva de oxígeno.

Un encurtido se puede realizar a través de fermentación, la cuál generará sustancia que bajan el ph de la solución (normalmente salmuera), generando sabores y otras propiedades que nos son beneficiosas a nivel nutricional, como por ejemplo el caso del chucrut (tienes la receta aquí). 

Pero también podemos hacer un encurtido sumergiendo directamente el alimento en una solución ácida creada por nosotros mismos, como es el caso de una mezcla de vinagre, sal y agua. Tanto la sal como la acidez van a hacer difícil la existencia de microorganismos dañinos para nuestra salud y por lo tanto conseguiremos que nuestro alimento adquiera mucho sabor y nos dure bastante tiempo.

Los encurtidos son un tipo de conservas, al igual que lo son los escabeches o las mermeladas y confituras. En el caso de estas últimas, lo que hace un medio incómodo para los microbios es la concentración de azúcar. El azúcar absorbe agua, y deja sin agua libre para que se pueda dar vida en el medio. Entre más azúcar tiene una confitura (y por lo tanto menos agua), más tiempo se mantendrá intacta.

Esta receta que traigo hoy no llega a ser una encurtido como tal, ya que la proporcione entre agua y vinagre no hace que el medio sea tan ácido como para conservarse durante una larga temporada, pero me gusta para que dure unas semanas y que no sepa demasiado ácida, para acompañar sandwiches, carnes, ensaladas o estos ricos gua bao que tienes la receta por aquí. De todas formas, te dejo las dos opciones, para que la hagas como prefieras.