1. Salteamos las manzanas troceadas con el azúcar y la mantequilla y carameliza.
2. Agregamos las especias, mezclamos bien y apartamos del fuego.
3. Una vez que esté fría nuestra mezcla le ponemos la maicena y movemos hasta asegurarnos que todo queda bien ligado.
4. Rellenamos cada tartaleta y la tapamos con masa por encima. Sellamos bien los bordes y hacemos algún agujero o raja en su superficie para que pueda salir el vapor de agua al cocerse en el horno.
5. Ponemos encima una rodajita de manzana para decorar, le dará un toque rústico bonito.
6. Pintamos nuestras tartaletas con huevo y azúcar si las queremos doraditas y con aspecto más brillante. En mi caso no les puse porque me gustan así, en su aspecto natural.
7. Horneamos a 180ºC hasta que estén doradas. más o menos tardarán unos 25 minutos.
8. Sacamos las tartaletas y las colocamos en una rejilla para que enfríen.

1. Ponemos la mantequilla junto al azúcar y montamos hasta que blanqueen. Vamos agregando de uno a uno los huevos, el puré, la harina junto al impulsor y la sal tamizados y las especias.
2. Todo lo vamos a ir poniendo poco a poco. La leche no la pondremos de golpe, sino que la iremos agregando poco a poco, intercalando los sólidos y los líquidos, evitado así crear grumos.
3. Opción 1 (sin acetato): Volcaremos la masa del bizcocho en nuestros moldes encamisados (untado con mantequilla y espolvoreado con harina) y hornearemos durante unos 35 minutos a 180 ºC. Ten en cuenta q de cada molde hemos de sacar dos capas de bizcocho. Comprueba que los bizcochos estés hechos con un palito o con la punta de un cuchillo, que éste salga limpio. Una vez listos, deja que enfríen tapados (para que no se les vaya la humedad) antes de desmoldarlos.
4. Opción 2 (con acetato): volcaremos la masa en dos bandejas de horno encamisadas. Hornearemos a 190ºC unos 20 minutos. Una vez estén listos, taparemos y dejaremos que enfríen. Con el cortante (que nos servirá de apoyo para nuestro papel de acetato), cortaremos bizcochitos de esta medida y reservamos hasta el montaje.

Crema de canela untable (para opción 1 y para decorar con manga ambas)

• 300 ml Leche infusionada con canela 
• 15-20 g Almidón de Maíz (Maicena)
• 75 g Azúcar granulado
• 4 g Hojas de Gelatina
• 180 g Mantequilla
• 150 g Azúcar glass
• 300 g Queso crema

• 50 g Harina
• 25 g Azúcar
• 50 g Mantequilla
• 2 g Sal
• 25 g Almendra tostada troceada finamente (sin llegar a ser harina del almendra)
• 90 g Chocolate blanco
• 20 g Leche en polvo (Opcional)

• 350 g Galletas tipo maría (o sablés bien tostaditas hechas por nosotros mismos)
• 150-200 g Leche
• 150 g Mantequilla pomada
• 100 g azúcar glass

• 6 Yemas
• 4 Huevos enteros
• 180 ml Zumo de limón
• Ralladura de limón
• 7 g Gelatina
• 300 g Azúcar
• 300 g Mantequilla pomada

• 200 g Frutos rojos
• 80 g Azúcar
• 50 g Agua
• 2 g de gelatina

ELABORACIÓN

1. Hacemos el bizcocho. Para ello mezclaremos el huevo con el azúcar y batimos. No es necesario que queden muy montados. 
2. Le agregamos el aceite, el limón y los secos tamizados alternándolos con la leche, para que no se nos queden grumos de harina. 
3. Horneamos en una bandeja de horno grande y una pequeña, encamisada y con horno precalentado a 190ºC durante unos 15-20 minutos. 
4. Pasado el tiempo, antes de desmoldarlo y cortarlo con un cortante redondo de la medida de nuestro molde, dejamos que enfrie tapado con papel film para que no se nos vaya la humedad.

1. Mezclaremos todos los ingredientes fríos en un golpe de termomix o cualquier procesadora. También lo podemos hacer a mano en forma de sablé,  por cremado gracias a una amasadora, o simplemente mezclarlo todo a mano con la mantequilla pomada (a temperatura ambiente). Extenderemos la masa sobre una bandeja de horno y la enfriaremos en un congelador. Una vez bien fría la romperemos en trocitos no muy pequeños y hornearemos a 150-170ºC. Removeremos cada cierto tiempo para que queden roquitas separadas. Con unos 15-18 minutos las tendremos. 
2. Las sacamos del horno y dejamos enfriar. Rompemos para hacerlas más pequeñas si lo creemos necesario. 
3. Las bañamos en chocolate blanco derretido junto a la leche en polvo con ayuda de una espátula en un bol amplio sin dejar de moverlas. Las metemos en frío para que cristalice el chocolate y las separamos unas de otras.

1. Trituramos las galletas junto a la leche.
2. Por otra parte, blanqueamos la mantequilla junto a el azúcar glass.
3. Agregamos poco a poco la mezcla de galleta hasta que junto a la mantequilla nos monte y doble su volumen.

1. Ponemos la gelatina a hidratar.
2. En una olla pequeña, los huevos blanqueados con el azúcar junto al zumo de limón y la ralladura. Con unas varillas iremos moviéndolo enérgicamente a fuego bajito, como si de una crema inglesa se tratara. Con cuidado de que no se nos corte, nada más percibamos que empieza a espesarse la crema, la depositamos en un bol rápidamente. Sin dejar de mover, añadimos la gelatina y la mantequilla pomada. Mezclamos bien y reservamos a temperatura ambiente si vamos a montar ya la tarta. Si no es así, la guardaremos en el frío y a la hora de usarla la calentaremos un poco en un baño maría.

• 200 g Harina
• 75 g Avellana en polvo (en thermomix o cualquier procesador)
• 1-2 g Sal
• 125 g mantequilla
• 75 g Azúcar (si la queremos menos crujiente podemos usar azúcar glass)
• 30 g de Huevo (casi un huevo completo)

• 4 Claras
• 4 Yemas
• Ralladura de un limón
• 125 g Mantequilla derretida
• 115 g Harina
• 430 ml Leche
• 60 ml Zumo de limón
• 150 g Azúcar
• Esencia de vainilla
• Azúcar glas para espolvorear por encima antes de servir

ELABORACIÓN

1. Con ayuda de un batidor eléctrico, montamos las claras y reservamos.
2. Mezclamos las yemas con el azúcar con unas varillas y agregamos la mantequilla derretida, el zumo de limón, la vainilla y la ralladura de limón.
3. Le vamos añadiendo la harina, y una vez que está bien mezclada y sin grumos, vamos echando la leche a temperatura ambiente o más bien tibia.
4. Ponemos un poco de esta mezcla a las claras montadas, esto hará que queden más fluidas para luego añadírselas con movimientos envolventes.
5. Una vez mezclada la masa principal con las claras, la ponemos en un molde encamisado (engrasado y después espolvoreado con harina hasta formar una capa que ayudará a que nuestro pastel no se peque a las paredes de nuestro molde)
6. Metemos en el horno precalentado a 175-180ºC durante unos 40-45 minutos.
7. Para desmoldar dejamos que enfríe, si no dejamos que baje de temperatura el pastel puede romperse con facilidad o incluso pegarse a las pareces del molde.
8. Un vez lo vayamos a servir, con ayuda de un tamizador, le espolvoreamos azúcar glas en su superficie.

• 300 g de Queso crema a temperatura ambiente
• 190 g de Mantequilla pomada (temperatura ambiente)
• 190 g de Azúcar
• 270 g de Dulce de leche

• 100 g de Nata para montar bien fría
• 20 g de Azúcar Glas
• c/n de Esencia de vainilla
• Grosellas
• Glaseado de chocolate: 100 g de Chocolate (mínimo 55 % cacao), 100 g de Nata y 25 g de azúcar (glucosa si tenéis)

ELABORACIÓN:

1. Mezclamos el azúcar con los huevos y batimos bien. 
2. Poco a poco agregamos la sal, la harina y el cacao, al mismo tiempo que ponemos la leche cuando se nos vaya quedando seco hasta que todo quede bien mezclado.
3. Ponemos la mantequilla derretida y removemos. Tapamos con papel film y metemos en el frío unos minutos de reposo, así la harina se hidratará más y quedará una mezcla más espesa. 
4. Cogemos una sartén pequeña (yo usé una de 18 cm de diámetro más o menos) y la ponemos a fuego fuerte, le untamos aceite con la ayuda de una servilleta o una brocha y bajamos el fuego a la mitad. Con un cazo o un dosificador vamos poniendo la masa de crepes en la sartén. Le daremos la vuelta a los pocos segundos. Una señal de la que nos podemos guiar es la aparición de burbujas en la superficie, eso nos indica que ya podemos darle la vuelta a nuestros crepes. (los primeros no saldrán muy bien, o sí, pero paciencia, unos cuantos crepes y seréis expertos)
5. Tendremos los crepes en el frío hasta montar la tarta.

1. Con la ayuda de un batidor eléctrico montamos la mantequilla y el azúcar. La mezcla pasará de amarillenta a blaquecina. Se habrá aireado y tendrá más volumen.
2. Ponemos el queso crema y seguimos batiendo. 
3. Una vez que tengamos una crema aireada de queso y mantequilla, le ponemos poco a poco el dulce de leche. Seguiremos batiendo hasta que quede bien emulsionada. 
4. Si hace calor y vemos que nuestra crema no tiene mucho cuerpo, la metemos al frío unos minutos para que nos sea más fácil.

1. Montamos la nata fría con el azúcar y la vainilla (si no os monta, asegúrense de que está bastante fría)
2. Lavamos las grosellas y las secamos bien. Las tendremos listas para coronar el pastel una vez terminado.

1. Untamos cada crepes con la crema de dulce de leche y los superponemos.
2. Una vez terminados, ponemos la crema chantilly, el glaseado de chocolate y las grosellas.
3. Volvemos meter en frío el pastel hasta que sirvamos.

• 200 g de Harina de galletas (galletas María trituradas)
• 50 g de Harina floja
• 4 Huevos
• 100 g de Azúcar
• 100 g de Leche entera
• 100 g de Aceite de girasol
• 7 g de Impulsor
• 1 pizca de Sal
• 1/2 taza de trocitos de galleta (para que queden cruejientes en el bizcocho)
• Zumo de limón
• Almíbar de leche (misma cantidad de leche que de azúcar para pintar el bizcocho)

• 150 g de Huevo ó 3 Yemas y 1 Huevo
• 150 g de Azúcar
• 90 ml de Zumo de limón
• Ralladura de un limón
• 7 g de Gelatina en hojas
• 160 g de Mantequilla

• 45 g de Claras
• 120 g de Azúcar
• Zumo de limón o Cremor tártaro

ELABORACIÓN:

1. Mezclamos todos los ingredientes secos (no olvidemos tamizar la harina y el impulsor)
2. Precalentamos el horno a 180ºC.
3. Pesamos la leche y le agregamos el limón (se nos cortará y eso es lo que queremos)
4. Montamos los huevos con el azúcar y una vez que estén bien montados vamos agregando el aceite.
5. Seguimos batiendo hasta que se emulsionen bien los huevos y la grasa.
6. Ahora, en el mismo robot de cocina, pero ahora con la mariposa, vamos agregando la harina poco a poco. Cuando echemos la mitad de la harina, vamos poniendo también leche, pero la mayoría de ésta la agregaremos después de acabar con toda la harina (si echamos la leche de golpe con la harina sin mezclar bien con lo demás, es muy probable que nos queden grumos)
7. Engrasamos el molde que vayamos a usar y lo encamisamos con harina.
8. Ponemos nuestra mezcla en el molde y metemos a hornear unos 35-45 minutos. Dependerá del molde que usemos, de nuestro horno y de la cantidad de masa que pongamos. Una vez pasados unos 30-35 minutos, ya estamos a salvo de que nuestro bizcocho se nos pueda venir abajo, así que podemos abrir la puerta del horno y pinchar con un palillo para saber si nuestro bizcocho está hecho del todo o no. 
9. Cuando el bizcocho esté listo, sácalo del horno y cúbrelo con papel de aluminio o con alguna tapadera para que la humedad del bizcocho no se evapore y nos quede más hidratado. 
10. Dejamos sin desmoldar hasta que esté completamente frío, ya que se nos podría quedar pegado a los laterales o fondo de nuestro molde.
11. Una vez desmoldado, gracias a una lira o a un cuchillo, cortamos capas que después rellenaremos con nuestra Lemon Curd.

1. Ponemos la gelatina a hidratar.
2. En un bol, batimos nuestros huevos con el azúcar, el zumo de limón y la ralladura.
3. Ahora tenemos que dar calor a esta mezcla para conseguir que los huevos se cocinen lo justo para que espese nuestra crema y quede cremosa, pero con cuidado de que no se formen grumos si la sobrecocemos, entonces la crema se nos cortará y quedará grumosa. Para ello, pondremos nuestra mezcla en un cazo a una temperatura media baja e iremos observando y comprobando la textura de nuestra crema. En el momento que espese, retiramos el cazo del fuego y ponemos nuestra crema en un bol.
4. Seguidamente, y sin dejar de mover, ponemos la gelatina y la mantequilla. Guardamos nuestra crema tapada con film sobre su superficie en el frío, para que gelatinice.
5. Una vez haya bajado su temperatura y haya gelatinizado, la batimos para que quede untuosa y la metemos en una manga pastelera para ponérsela después a nuestro pastel entre capa y capa. También podemos ponérsela con una espátula o una cuchara.

1. Por una parte, pondremos nuestras claras en la batidora y empezaremos a montarlas muy despacito, con un poco de zumo de limón o cremor tártaro.
2. Mientras tanto, el azúcar lo pondremos en un cazo con un poco de agua al fuego. Con ayuda de un termómetro de cocina controlaremos que el azúcar llegue a alcanzar unos 117-119 ºC. Justo cuando haya alcanzado esa temperatura debemos agregársela en forma de hilo a nuestras claras que ya han de estar montadas. Este es un momento clave, ya que debemos calcular el tiempo y la velocidad que le damos al batir a nuestras claras mientras el azúcar se calienta. No dejaremos de batir a máxima velocidad hasta que baje la temperatura a menos de 30 ºC.

1. Con ayuda de una brocha, incorporaremos el almíbar de leche a las capas de bizcocho (a gusto)
2. Untamos nuestras capas de bizcocho con la crema de limón.
3. Envolvemos con el merengue nuestro pastel. 
4. Con un soplete de cocina doramos el merengue para que de efecto tostado.
5. Podemos decorar con flores...frutos secos tostados... A gusto de cada uno!